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Informe de Coyuntura N° 24

EMBARAZO ADOLESCENTE: SALTA ES LA PROVINCIA DONDE MÁS CRECIÓ LA CANTIDAD DE MADRES MENORES DE 19 AÑOS

Una mayor fecundidad en el periodo de la adolescencia suele estar asociado a economías y sociedades con menores grados de desarrollo y entre los sectores de la población más vulnerables. Esto se debe principalmente a una deficiente inversión en políticas de salud y educación que no permiten abarcar en la complejidad que se merece esta problemática. A su vez, la incidencia suele ser mayor en los sectores con menos ingresos debido a la falta de acceso a medidas preventivas gratuitas, entre las que se puede contar con la disponibilidad de métodos anticonceptivos como una adecuada educación sexual.

Entre 2011 y 2013, en el país, 9 provincias  tuvieron un incremento en la incidencia del embarazo adolescente (como embarazo adolescente entenderemos a mujeres que han dado luz hijos nacidos vivos hasta los 19 años), las mismas son: Corrientes, Jujuy, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero y Tucumán. Estas provincias tuvieron un comportamiento diferente al evidenciado en la totalidad del país, donde la fecundidad adolescente tendió a la baja.

Entre las provincias señaladas con anterioridad, Salta ha sido la jurisdicción donde la tasa bajo análisis tuvo un mayor incremento con un aumento de casi tres puntos porcentuales, completan este podio Santiago del Estero y Misiones con incrementos del 1,21% y 1,18% respectivamente. Con esta evolución Salta subió 6 peldaños para convertirse en la 6ta provincia con mayor porcentaje de embarazo adolescente tan sólo en dos años.

Este fenómeno tiene múltiples aristas entre las que hay que considerar los efectos que tiene sobre las madres en cuanto a educación y futuros ingresos se trata. En este caso utilizando como fuente de datos la EPH del INDEC, se puede observar que el 49,49% de las jóvenes madres no pudieron terminar sus estudios secundarios, lo que suma otro componente de su vulnerabilidad. Dado a que se estima que dado su menor grado de formación, estas madres, en el caso de trabajar, tendrán menores ingresos y por lo tanto reproducirán las condiciones de vulnerabilidad en las posteriores generaciones. Esta afirmación resulta de observar la incidencia del embarazo adolescente en los sectores con menores ingresos y compararlos con los demás.

La fuente de información consultada arroja en números la afirmación realizada con anterioridad, se muestra que la cantidad promedio de hijos de madres jóvenes es más del doble en los hogares que corresponden al 30% con menores ingresos que a los hogares que forman el 30% de mayores ingresos en la ciudad de Salta.

Esta realidad no sólo requiere de la madurez política para su tratamiento, sino de la inversión adecuada en los servicios públicos de salud y educación de calidad, y en el acceso de las familias más vulnerables a estos servicios.