Cómo la pandemia del coronavirus puede llevar a una revolución en la inmunización
En el deporte hay unas competencias de velocidad y otras de resistencia. La carrera contra el coronavirus, sin embargo, es ambas al mismo tiempo.
Las medidas de confinamiento y distanciamiento social sirven para resistir el embate de esta primera ola de contagio de un virus nuevo para el cual nuestro organismo no tiene defensas.
Nuestras casas han servido como trincheras, pero tarde o temprano tendremos que salir. Por eso, al tiempo que estamos resguardados, los científicos trabajan a toda velocidad para encontrar una vacuna.
El SARS-CoV-2, el tipo de coronavirus que causa la enfermedad covid-19, se extiende rápidamente por el mundo y la gran mayoría de la población es aún vulnerable al contagio. Los contagios declarados en todo el mundo superan los 36,5 millones, mientras que los fallecimientos sobrepasan ya 1,06 millones de personas. En total, hay 213 países y territorios heridos por el zarpazo de la enfermedad, prácticamente todos los del planeta, por lo que hallar una vacuna contra el nuevo coronavirus se ha convertido en una cuestión de máxima prioridad.
Los expertos coinciden que una vacuna podría servir como una protección duradera para los humanos, lo que permitiría que las medidas de confinamiento se levanten más rápido y de forma más segura.
Cerca de 200 grupos de investigadores trabajan a un ritmo frenético para desarrollar esa vacuna y al menos diez de ellos ya se perfilan como los líderes de competencia.
¿Se trata solo de desarrollar una vacuna?
La frenética carrera por encontrar una vacuna tiene ante sí un triple desafío titánico. Primero, para acortar los plazos debe conseguir acelerar esa relativa lentitud que caracteriza al proceso de desarrollo, aunque garantizando en todo momento la seguridad del fármaco. Pero también hay que considerar que la vacuna realmente exitosa no tiene que ser solo efectiva, sino que además debe poder producirse a una escala nunca antes conocida -varios miles de millones de unidades en el menor tiempo posible-, por lo que la implicación de la industria farmacéutica es fundamental. El tercer paso sería asegurar campañas masivas de vacunación.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Aunque hay varios tipos de vacunas, el principio de su funcionamiento siempre es similar: se trata de exponer al organismo a dosis seguras de un virus para que el sistema inmune lo reconozca y tenga listo un mecanismo de defensa ante un posible contagio.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos explica que hay cuatro tipos de vacunas:
- Vacunas vivas atenuadas: utilizan una forma debilitada del germen que causa la enfermedad
- Vacunas inactivadas: utilizan una forma muerta del germen que causa la enfermedad
- Vacunas de subunidades, recombinantes, polisacáridos y combinadas: utilizan partes específicas del germen, como su proteína, que le permiten atacar a un organismo
Vacunas con toxoides: utilizan una toxina fabricada a partir del germen que causa una enfermedad. Crean inmunidad a las partes del germen que causan una en lugar de al germen en sí.
Más de 200 equipos a nivel mundial trabajan a toda marcha para lograr una vacuna contra el nuevo coronavirus
¿Cómo se fabrica una vacuna? ¿Cuáles son sus fases?
Luego de que un laboratorio logre diseñar una vacuna, su candidata debe superar un largo y riguroso proceso en el que se compruebe que es segura y efectiva para los humanos.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) o el Proyecto para el Conocimiento de Vacunas de la Universidad de Oxford en Reino Unido, explican que hay al menos 3 fases que debe superar una vacuna antes de llegar a la población general.
Antes de cualquier prueba clínica en humanos, la vacuna debe superar una «fase 0″ o preclínica, que incluye pruebas in vitro y en animales como ratones.
En esta etapa la vacuna debe demostrar que es segura y funciona en animales. Si supera esta prueba, entonces puede entrar a los estudios clínicos que se dividen en 3 fases.
Fase 1
En esta fase la vacuna se prueba en grupos de entre 20 y 100 personas saludables. El estudio se centra en confirmar que no represente una amenaza para la salud, que sea efectiva, identificar efectos secundarios y determinar cuál es la dosis adecuada.
Fase 2
Es un estudio a mayor escala en el que participan varios cientos de personas. Aquí se evalúan los efectos secundarios más comunes en el corto plazo y cómo reacciona el sistema inmune a la vacuna.
Fase 3
Es un ensayo mucho más grande en el que participan varios miles de voluntarios. Aquí se compara cómo evolucionan las personas que fueron vacunadas respecto a las que no. También se recolectan datos estadísticos acerca de la efectividad y qué tan segura es la vacuna. Esta fase también sirve como una nueva oportunidad para identificar otros posibles efectos secundarios que no hayan surgido en la fase 2.
Antes de probarse en humanos, la vacuna debe probarse en animales
Una posible fase 4
Los CDC (Centros para el Control de enfermedades en EE. UU) añaden que muchas vacunas se someten a una fase 4 luego de que la vacuna ya ha sido aprobada y recibido una licencia. El objetivo es seguir monitoreando y recolectando información sobre la vacuna.
Una vez que la vacuna supere todas las pruebas, puede pasar hasta un año y medio hasta que se comience a distribuir en campañas de vacunación a nivel mundial.
Antes de comenzar los ensayos clínicos, una potencial vacuna debe superar pruebas in vitro
¿Qué proyectos destacados de vacuna existen a nivel mundial?
Desde que la Organización Mundial para la Salud (OMS) declaró el brote de coronavirus como pandemia, los proyectos de vacuna se han multiplicado en todo el planeta. Con fecha 2 de octubre, la última referencia en la que aporta datos, el organismo internacional reconoce 170 proyectos que ya han encontrado un candidato a vacuna y se encuentran en fase preclínica. Además, hay otros 34 que la han superado y están en fase clínica, con pruebas en humanos. De ellos, 10 están en la fase 3, previa a la comercialización:
Fuente: OMS
Proyectos de vacunas destacados a nivel mundial. Nombre y Origen de cada una
Fuente: OMS (Organización Mundial de la Salud)
Vacunas de fase 3 más avanzadas. Características
*Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido) Fase 3: En este proyecto, el más importante que se está llevando a cabo en suelo europeo, también participa la farmacéutica AstraZeneca. Utiliza una versión atenuada del virus del resfriado común de los chimpancés. Los científicos han detectado que genera los anticuerpos y las células T que podrían ser las adecuadas para ofrecer una respuesta inmune y eficaz contra la COVID-19, y llevan semanas desarrollando la fase 3 en Brasil, Sudáfrica y Reino Unido. Después de interrumpir los ensayos tras encontrar un caso grave -finalmente se supo que eran dos- que podían estar asociados a la administración del fármaco, la Universidad de Oxford ha reanudado sus investigaciones.
Si finalmente esta vacuna experimental demuestra su seguridad y eficacia, podría estar ya disponible para finales de este año, puesto que su producción se inició en paralelo a las pruebas clínicas.
*Moderna (Estados Unidos), Fase 3: Esta vacuna está basada en ARN mensajero combinado con el código genético del virus. Se encuentra ya en fase 3 de ensayos clínicos. La farmacéutica estadounidense ha anunciado que este fármaco, bautizado como mRNA-1273, puede generar anticuerpos neutralizantes en ancianos y adultos mayores a niveles comparables con el que genera
Moderna asegura que en octubre se podría conocer si esta vacuna experimental es eficaz, aunque considera que lo más probable es que esos esperados datos sobre la fase final de su desarrollo lleguen en noviembre.
*Novavax (Estados Unidos). Fase 3: Después de anunciar que su candidato a vacuna ha mostrado respuesta inmune positiva, mientras que ha provocado efectos secundarios moderados en la mayoría de participantes, la compañía biotecnológica estadounidense acaba de comenzar la crítica fase 3 de las pruebas.
El grupo biofarmacéutico gallego Zendal, a través de su filial Biofabri, ha sido escogido por la farmacéutica estadounidense para producir el antígeno de esta vacuna para toda Europa.
*Sinovac (China) Fase 3: Esta propuesta china parte de virus inactivos purificados, y ha generado muchas expectativas. Hace semanas que ha comenzado la fase 3, después de que Brasil diese el visto bueno para que la compañía inoculase la vacuna experimental a miles de voluntarios del país sudamericano. La vacuna podrá aplicarse masivamente a principios del próximo año, según estimaciones del presidente de la farmacéutica, quien asegura que tienen capacidad para fabricar cerca de 300 millones de dosis al año.
*Sinopharm / Instituto de Productos Biológicos de Wuhan y Sinopharm / Instituto de Productos Biológicos de Pekín (ambos en China). Fase 3: China también está desarrollando otros dos proyectos independientes entre sí y muy prometedores. Ambos se basan en virus inactivados y detrás de ellos está Sinopharm, el gigante farmacéutico de carácter estatal. Ambas están en la última fase de ensayos clínicos.
*BioNTech / Fosun Pharma / Pfizer (Alemania / Estados Unidos). Fase 3: Este candidato a vacuna también se encuentra ya en la última fase; con cuatro variantes, basadas todas ellas en ARN mensajero sintético. Este enfoque múltiple permite realizar una evaluación simultánea para aumentar las posibilidades de identificar al candidato más seguro y eficaz. Las compañías que la están desarrollando aseguran que su objetivo es fabricar hasta 100 millones de dosis en lo que queda de año y potencialmente más de 1.200 millones durante 2021.
*Gamaleya Research Institute (Rusia). Fase 3: Se trata de una vacuna vectorial combinada contra el coronavirus, y en su desarrollo también participa el Ministerio de Defensa ruso. La OMS acaba de reconocer la tercera fase de las pruebas clínicas, pero el Gobierno ruso ha autorizado su administración y la da por desarrollada, después de menos de dos meses de pruebas con voluntarios y sin haber completado los ensayos clínicos. Los resultados preliminares de los ensayos clínicos, detallados en un estudio difundido por la revista médica británica The Lancet, certifican que la candidata rusa a vacuna contra la COVID-19 no ha provocado incidentes adversos y genera anticuerpos.
*CanSino Biological Inc. / Instituto de Biotecnologías Pekín (China). Fase 3: Se trata de una vacuna de vector viral. Al ser también de una vacuna de subunidad -una fórmula de nueva generación que no contiene patógenos-, se caracteriza por su seguridad. Debido a las buenas expectativas que está generando, la Oficina Estatal china de Propiedad Intelectual (SIPO, por sus siglas en inglés) ha aprobado la primera patente de esta candidata a vacuna, por lo que podría «ser producida en masa en un breve periodo de tiempo». Comenzó a probarse a finales de junio en el Ejército chino. Los resultados de la segunda fase de los ensayos clínicos de la vacuna demostraron que es segura e induce respuesta inmune contra el coronavirus, de acuerdo con una investigación publicada a finales de julio en la revista The Lancet.
*Janssen Pharmaceutical Companies (Estados Unidos). Fase 3: Janssen, propiedad del gigante Johnson & Johnson, ha comenzado los ensayos en fase 3 de su vacuna recombinante Ad26.COV2-S. Está basada en un adenovirus recombinante no replicativo que es capaz de generar una respuesta inmunológica frente a la proteína S del coronavirus (de ‘spike’, también llamada «espiga» en español). La compañía cree que, de seguir obteniendo los mismos resultados satisfactorios, la vacuna puede estar en el mercado a principios de 2021.
Tiempo récord
Bajo condiciones normales, una posible vacuna puede tardar entre 5 y 10 años en superar las fases de estudios clínicos, según el Instituto Internacional de Vacunas (IVI, por sus siglas en inglés).
La vacuna del ébola, por ejemplo, tardó más de 16 años desde su creación hasta su aprobación.
La Universidad de Oxford indica que pueden pasar hasta 20 años desde que se presenta un primer concepto de vacuna hasta que finalmente logra ser autorizada.
En esta pandemia, sin embargo, los investigadores han dicho que en tan solo 12 o 18 meses podrían tener lista una vacuna contra el SARS-CoV-2.
Fuente: Infobae
Científicos encuentran desventajas en las vacunas China y Rusa contra el Covid 19
Científicos de varias partes del mundo encontraron desventajas en las vacunas contra el COVID-19 desarrolladas por Rusia y China debido a que se basan en un tipo de virus del resfriado común al que muchas personas han estado expuestas, limitando potencialmente su efectividad.
Hasta ahora, la vacuna china ha sido probada para uso militar y de emergencia antes de completar pruebas a gran escala, según informes del Wall Street Journal, mientras que la vacuna desarrollada por Rusia ya ha sido aprobada a pesar de sus limitadas pruebas.
Los expertos señalan que la vacuna desarrollada por la farmacéutica china CanSino Biologics se encuentra basada en una forma modificada de adenovirus tipo 5 o Ad5.Al igual que la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, aprobada en Rusia a principios de este mes, que también se basa en Ad5 y en un segundo adenovirus menos común.
Los investigadores han experimentado con vacunas basadas en Ad5 contra una variedad de infecciones durante décadas, pero ninguna se usa ampliamente. Emplean virus inofensivos como “vectores” para transportar genes del virus objetivo, en este caso el nuevo coronavirus, a las células humanas, lo que provoca una respuesta inmune para combatir el virus real.
Pero muchas personas ya tienen anticuerpos contra Ad5, lo que podría hacer que el sistema inmunológico ataque al vector en lugar de responder al coronavirus, haciendo que estas vacunas sean menos efectivas.
El Dr. Zhou Xing, de la Universidad McMaster de Canadá y quien trabajó con CanSino en su primera vacuna basada en Ad5, para la tuberculosis en 2011, dijo estar preocupado porque “las altas dosis del vector Ad5 en la vacuna CanSino puedan inducir fiebre”, lo cual alimenta el escepticismo de la vacuna.
Fuente: Infobae
No se sabe cuánto durará la inmunidad luego de la primera dosis
La OMS aún no tiene una respuesta para esto. De hecho, en un documento relata que los ensayos clínicos están usando una, dos o múltiples dosis. Aún los científicos están investigando el número de semanas o meses entre una dosis y otra para saber si se requerirán más.
“Creo que nos faltará tiempo para evaluar esa respuesta inmunogénica”, comentó la bioquímica clínica ecuatoriana, Valeria Torres, a periodistas de América Latina en un foro virtual del The International Journalist’s Network (IJNet). Y explicó: “Por ejemplo, después de mucho tiempo se descubrió que, para la hepatitis B y A, uno debe volver a vacunarse en 10 años desde la aplicación de la primera dosis. ¿Cómo se descubre esto? Dejando pasar el tiempo y evaluando a quienes se vacunaron para saber si sus organismos siguen respondiendo a esa inmunidad”.
La especialista aseguró que la vacuna contra el Covid-19 será un camino por resolver en conjunto, donde de seguro se seguirán descubriendo cosas, ya que esta evaluación sobre la respuesta inmunogénica deberá hacerse a la par que avancen los ensayos clínicos. “Es muy difícil decir que la dosis aplicada durará seis meses o un año cuando todavía no ha pasado ese tiempo”.
Fuentes consultadas: OMS (Organización Mundial de la Salud). Departamento de Salud y Servicios Humanos de E.E.U.U. Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de E.E.U.U. Proyecto para el conocimiento de Vacunas de Oxford en Reino Unido. The International Journalista Network. Infobae