TRABAJO INFANTIL EN EL NOA
Un niño que trabaja renuncia a más de lo que “gana”
El término “trabajo infantil” suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes en actividades que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se consideran positivas.
En Argentina el trabajo de menores de edad está prohibido por la Ley Nª 26.390, la cual establece en su artículo 2 que “queda prohibido el trabajo de las personas menores de dieciséis (16) años en todas sus formas, exista o no relación de empleo contractual, y sea éste remunerado o no”.
A pesar de esto, los menores en situación de trabajo infantil se pueden encontrar en todas las etapas de las cadenas de producción, y pueden realizar actividades para el mercado, para el autoconsumo (ayuda en la construcción o arreglos en el propio hogar, cuidado de la huerta o de animales, entre las principales) o domésticas intensivas (aquellas tareas desarrolladas en el hogar con una carga horaria excesiva).
En la Región del Noreste Argentino, comprendida por las provincias de Salta, Tucumán, Jujuy, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero el 13,6% (153.925) de los niños y niñas trabaja, ubicando al NOA por encima del resto de la regiones del país y por encima de la proporción nacional (10%).
Cabe mencionar que esta distribución de la incidencia del trabajo infantil que es mayor en el norte y menor en el sur del país (en la Patagonia como se evidencia es de 7,1%), se verifica similar tanto en las áreas urbanas como en rurales, y para las distintas modalidades de trabajo (actividades para el mercado, de autoconsumo y doméstico) y también en su distribución por sexo.
Otro aspecto a destacar en lo que hace división según el sexo en el trabajo infantil en Argentina, es que en mayor proporción son los niños los que realizan al menos una actividad productiva, con un 11,1% con respecto a sus pares mujeres (8,8%). Aunque son ellas, las niñas, las que en mayor medida realizan las actividades del tipo doméstico (5,6%) con respecto a sus pares varones (4%).
Para combatir la problemática del trabajo infantil es necesario un trabajo conjunto de múltiples actores sociales e institucionales, públicos y privados, con el fin de mejorar las diversas realidades de cada niño o niña y brindarles un marco de igualdad de oportunidades, promoviendo así que los chicos de nuestro país y de nuestra provincia puedan estar en las escuelas o jugando y no trabajando.