Por: Inés Pereyra Rozas
Apropiarnos de la ciudad que habitamos, ejercer ciudadanía y volvernos participes de las decisiones que en nuestro hábitat se planifiquen ES UN DERECHO.
Las nuevas realidades que se nos presentan “post pandemia” nos encuentran ante una urgencia de acción, los paradigmas que digitarán el devenir próximo de nuestra historia dependen de nuestro compromiso asumido hoy. “Hacernos cargo”, podría ser una síntesis bastante acertada.
Insistir en la participación como principio básico, es el futuro de nuestras ciudades. No puede plantearse un funcionamiento de sociedades democráticas fuertes sin la participación y la transparencia social.
PARTICIPACION DIGITAL
Para potenciar una interacción fluida entre estado y ciudadanía (gobernanza), deben existir medios que la faciliten, el ciudadano asume su rol y acompaña el monitoreo de la gestión.
Pero, ¿Cómo impulsar la participación ciudadana en medio de una pandemia mundial?
EL VALOR SOCIAL DE LA TECNOLOGÍA:
No solo como instrumento para acortar las distancias entre los gobiernos y la ciudadanía, sino como componente de una nueva estatidad, la tecnología y sus “nuevas normalidades” se volvió una necesidad sumamente pertinente ante una realidad cuyos paradigmas previos han sido totalmente re editados.
La tecnología multiplica la capacidad de la ciudadanía para intervenir en asuntos comunes, creando un nuevo marco de actuación cívica.
Desde el equipo de Democracia en Red , organización social formada por activistas, programadores y científicos sociales que desde el hacer buscan abrir las instituciones públicas y los procesos de toma de decisión, diseñaron tres herramientas que considero fundamentales y esenciales para empezar a accionar sobre estas nuevas normalidades percibidas:
1- PRESUPUESTO PARTICIPATIVO
“Proceso de intervención directa, permanente, voluntaria y universal mediante el cual la ciudadanía, conjuntamente con las autoridades, delibera y decide la asignación de recursos públicos”.
Herramienta: Plataforma digital que permite la gestión integral de Presupuestos Participativos, generando instancias de diálogo entre la ciudadanía y los gobiernos.
imagen: https://presupuestoparticipativo.vicentelopez.gob.ar/
2- CONSULTA PÚBLICA
“Mecanismo de participación ciudadana que tiene la finalidad de que la sociedad conozca y participe en los procesos de evaluación de los proyectos”.
Herramienta: Plataforma digital de consulta, diálogo y debate que conecta al gobierno con la comunidad.
Imagen: https://consultapublica.argentina.gob.ar/
3- CO – CONSTRUCCION DE LEYES
Hacer participes a los ciudadanos del diseño y creación de las leyes a tratar.
Herramienta: Plataforma de elaboración colaborativa de normas entre representantes y ciudadanía.
Imagen: https://leyesabiertas.hcdn.gob.ar/
APPS DE PARTICIPACION CIUDADANA:
Así como las plataformas digitales son el medio necesario para impulsar la participación y brindar redes de conexión entre gobierno y ciudadanía, hoy en día los celulares son una herramienta fundamental dentro de nuestra cotidianeidad, entonces ¿por qué no implementar una aplicación de participación ciudadana desde dónde se consulte al vecino, se incluya y se invite a ser parte de las decisiones a tomar logrando cercanía y transparencia en el gobierno?
Su diseño y criterio de relevamiento sería fundamental para impulsar y proyectar gobernanza que implica interacción de las partes, y así apoyar a un gobierno que está buscando hacer las cosas bien y necesita de un respaldo cívico que acompañe y se vuelva participe de su ciudadanía.
CIUDADANOS ACTIVOS = TRANSPARENCIA
No solo se trata ahora de “cambiar el mundo”, sino que el mundo cambia, nos guste o no, y de lo que se trata es de entender las dinámicas de este cambio, distinguir en lo que es progreso de la humanidad o mayor desigualdad, insostenibilidad y miseria social y moral.
Impulsar, incentivar, propender y “masificar” un PENSAMIENTO CRÍTICO hará que esos cambios, que hoy llamamos pandemia mundial, nos encuentren con bases fundantes resistentes, acordes al “tipo de suelo” que habitamos y capaces de continuar creciendo a pesar de “sobrecargas no previstas” que puedan aparecer.